Hola Susana;
¿Qué tal lo de Jaén? ¿Contenta? ¡Me alegro!
Mira, hoy te escribo para darte un buen consejo. Porque, en el fondo, te quiero bien, mujer, no te vayas a creer. Así que te animo a seguir leyendo.

No, Susana, plantéatelo: tienes mala gente alrededor, aduladora, que no te tienen al corriente de lo que pasa. Y lo que pasa es Granada. Y Huelva. Y Málaga. Y toda Andalucía, la verdad. Pero hace ya tiempo que la prensa dice esto y lo otro, según y cómo. Dice lo que quieren que pensemos, no lo que verdaderamente pasa. Pero eso es otro cantar.
Pero yo te voy a dar una solución, mujer, de un ejemplo histórico. Se me ocurrió de una peli de uno de mis directores de culto, Costa-Gavras. La peli es “El Capital”, y la verdad es que es más bien flojucha. Te adentra en las puñalás traperas del mundo de la banca internacional (¿Te suena?). En una de estas, el prota – un malévolo superdirectivo – toma el ejemplo de Mao – fíjate el cinismo -: agitar el fervor del trabajador de base contra los cuadros intermedios. Aniquilados estos, no hay obstáculos para un gran ERE.

Mao embarcó a todo el país en un proyecto fallido de industrialización llamado “El Gran Salto Adelante”, y mató a millones de hambre. Cabreo general, sobre todo entre los cuadros del partido, y se pensó en la posibilidad de hacerle la cama. Advertido el tipo, organizó la “Revolución Cultural”: que lo del “Gran Salto Adelante” era obra de los cuadros intermedios del partido, que se habían aburguesado, desnaturalizando la Revolución. Gran purga, y vuelta a los orígenes, bajo el líder supremo. Mao, por supuesto.
A ver, Susana, que te lo doy masticaíto: como describo en mi novela KOL Líder de Opinión, hace unos años el SAS se mete en una profunda revolución sanitaria llamada Unidades de Gestión Clínica y luego, el más allá, las fusiones hospitalarias. Ello tiene profundas repercusiones sobre los profesionales y la población, como se ve en estos días. Perdido el miedo a las represalias, cada vez más profesionales denuncian abiertamente un sistema autoritario que obliga a lo inenarrable y al silencio. Todo ello cuando anuncias tu candidatura a la Secretaría General del PSOE y, por tanto, a la Presidencia del Gobierno de España, en unas futuras elecciones generales.
Solución: una Revolución Cultural en la Sanidad Pública Andaluza. Los mandos intermedios – la “mesocracia” – abusaron de la confianza que el Partido y el gobierno andaluz depositó en ellos y se cometieron excesos. Una purga, algunas concesiones y caras nuevas. Agitar a las bases con las banderitas y el “libro rojo” de Susana – que te lo escribe cualquier becario -. Esta es una tierra de izquierdas, Susana.
A ver… ¿Dónde está esa artista con su bata de cola?
@frelimpio
Jajaja….que bien pensado. Yo lo haría Su.