Me pregunto si la realidad reciente de Marinaleda habría sido la misma sin las generosas ayudas de la Junta – es decir, de todos nosotros -. Me pregunto igualmente de los por qués de tanta generosidad que no se ve con otros pueblos de Andalucía. Tal vez les tengan miedo – la esplanada de San Telmo ocupada día sí y día también y apareciendo en la portada de «Der Spiegel» -. O quizás sea tan sólo mala conciencia. Quién sabe. A fin de cuentas, sólo se trata de nuestro dinero. Y del de los alemanes, claro. Por eso mandan al del «Der Spiegel». Que si no…