No entro en juzgar a Zapatero y su época. Es preciso que pase el tiempo y coger perspectiva. Miro ahora al Congreso y al futuro. Rubalcaba fue la dosis necesaria de felipismo y vieja guardia a incluir en el poder para que el partido no se desgarrase del todo, como ahora. También, la necesaria dosis de experiencia. Si no es zapaterismo, aún no sé lo que es Carme ni lo que representa. El Congreso se ha celebrado aprisa y corriendo, como dijo Santos Juliá y reconoce Antonio Elorza. Nada de debate, proyecto o propuestas. Si Carme no es zapaterismo – y no puede serlo, las circunstancias económicas mandan -, ¿Qué es en realidad? ¿Cuáles son las diferencias reales de proyecto? ¿Cuáles son las visiones diferenciales de la socialdemocracia a la española como para que las cosas estén tan enconadas?