Qué tardíos vienen estos recortes con lo avanzado de la crisis económica y lo profundo que van ya los recortes en sectores más vitales del Estado. Me da la impresión de que este punto no se ha tocado antes por dos razones: 1) la TV autonómica como órgano locorregional de propaganda. Lo cual, en un país de 17 taifas y con un poder estructurado en baronías clientelares, es fundamental. 2) En segundo lugar, la TV autonómica como nicho de empleo adicto, de nuevo locorregional, y por tanto clientelar. En plata, que ahí no hay oposiciones. Que se entra por contacto y conocida adscripción a la causa, pues la TV autonómica es el bombo del partido de la plaza. Consecuencia: recorto a los enfermeros. O a los maestros. Pero no a mis sobrinos o acólitos. No a los míos, en suma. Y sigo con lo mío: que el título VIII de la Carta Magna conoció desarrollos perversos. Y caros. Sin respetar colores políticos.