Helo ahí, al hijo de Gadaffi – Por cierto… ¿Dónde está el líder supremo? Ciertas fuentes comentan que podría haber huido a Venezuela (http://www.europapress.es/internacional/noticia-libia-gadafi-huido-venezuela-diplomatico-libio-20110220232603.html) -. Lo mismo. Lo de siempre. Esto no es Egipto. Esto no es Túnez. Lybia is different. Ahí estaba bajo las cámaras, en directo, a horas intempestivas. La cabeza rapada, brillante. A ratos nervioso, casi conteniendo las lágrimas. A ratos amenazador, dedo en alto. En directo, sin papeles, en vivo.
Que esto no es Egipto, que esto no es Túnez, repetía, y lo repito. Pues no será, hijo, pero tu actitud es la misma: dártelas de imprescindible, de salvador de la nación, repetir o yo – en este caso, nosotros – o el caos. Y el caos, horrible: guerra civil, hambre. ríos de sangre, nueva invasión por los occidentales. Parecía un profeta de la biblia. Qué miedo.
No, no es Egipto, sois menos gente. Y la situación económica menos desesperada. Tenéis petróleo. Pero, sobre todo, lo que hace la diferencia es el discurso amenazador del hijo del líder, y que da bríos juveniles a la represión y al autoritarismo, prometiendo la llegada de los cuatro jinetes del apocalipsis.
Bien mirado, razones no le faltan al hombre. Gadaffi morirá en Venezuela dentro de unos años. Pero a él le queda la tira de paria internacional. El destino que Irán consiguió se le diera al Shah y su familia. Y eso, pese a estar cubierto de miles de millones. Y eso, de ningún modo. Que a ver dónde me escondo yo, con lo que he hecho, con lo que he robado y con lo que me brilla la calva rapada.