¡Con perdón de Shakespeare!
Mas yo, que para oposiciones no estoy hecha, ni para cortejar a un flexo encorvado; yo, que me enervo sentada en un aula, sin paciencia para seguir aburridas lecciones de
Escribo novelas negras. ¿El sospechoso…? El poder, sin lugar a dudas.
Mas yo, que para oposiciones no estoy hecha, ni para cortejar a un flexo encorvado; yo, que me enervo sentada en un aula, sin paciencia para seguir aburridas lecciones de